viernes, 14 de diciembre de 2007

SIN PREOCUPACIONES.

Se despertó con la grata sensación de que no le dolía nada. Tampoco tenía hambre ni sueño y además sintió una inmensa paz en la que no cabían odios ni rencores. Todas sus preocupaciones habían desaparecido como por encanto y la hipoteca y los créditos se la traían floja.
Las guerras, la politica, las enfermedades..., todo le importaba un bledo. No le importaba ni la mala marcha de su equipo favorito...
Lo único que le molestaba un poco, era el olor a cera quemada de los cuatro cirios que había en las esquinas de su cama...

Pedro.M.B.

3 comentarios:

Natalia Valdés dijo...

Y realmente dejaremos de pensar cuando estemos rodeados e cirios o entonces pensaremos en por qué no nos preocupa nada???

Pedro dijo...

¡Ya lo verás, ya lo verás! ¿A que te ha dado miedo...?

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Alan Poe a tu lado era ¡un aficionado!

Qué yuyu más grande, madre mía!

Voy a ver el anagrama, que ya tengo el mono.

Saluditos