El bueno de mi marido,
alias “Perico” Montoro,
ha sido intervenido
con tiento y con maestría
por un grandísimo experto
en el arte de la Cirugía
El mal en sí no era grave:
una puñetera hernia
que sin rubor ni vergüenza
se le había desarrollado
en su cuerpito serrano
y le tenía molesto…
Todo fue perfectamente:
el cirujano un manitas,
las enfermeras, un cielo
el alta al siguiente día
y a casita que las perras
extrañan a su blogero
Y aquí he venido a contar
todo lo acontecido.
Un poquito dolorido,
también un poco mimoso,
con una hernia de menos
y está en completo reposo
El sofá es su trono ahora
las escaleras su ogro,
los puntos le tiran mucho
y, aunque no le haga gracia,
con mucho cuidado yo
todos los días le curo
Seguro que en pocas fechas
estará ya como nuevo
maquinando sus rimas chulas,
recetitas de las suyas
y ofreciendo al mundo entero
sonrisas, gracia y salero
Mis rimas son algo burdas,
simples como las de un niño,
tan solo quise venir
a dar las gracias a todos
por ser tan majos con él
y darle vuestro cariño
Inmaculada (Adi)