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A lomos de sus caballos,
D.
Ginés y D. Rodrigo
se acercaron a
yantara la Posada de Mingo.
- ¿Cómo estás Mingo, tunante...?
- ¡D. Rodrigo, bienvenidos,
feliz de volver a veros
en la Posada de Mingo...!
¡D.
Ginés cuanta ventura
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de que asoméis el hocico,
que ya os echaba yo en falta,
desde hace mes y pico...!
- ¿Qué nos puedes ofrecer
para calmar la gazuza,
aparte de ese buen vino
que tú sabes que nos gusta...?
- Tengo habas de
Tolosa,
pimientillos de Padrón,
esparragos de
Mendavia,
que también muy ricos son,
de
Segovia, cochinillo,
de Madrid, tengo cocido
y también
Técula-
Méculaque de
Olivenza han
traido,
tengo duelos y quebrantos,
tengo fritanga del Puerto
y unas migas de pastor,
que resucitan un muerto...
- Has dicho que tienes habas...?
- ¡Eso dije, sí señor
y son habas de
Tolosaque preparo con jamón...!
- ¡Entonces, quiero un buen plato...!
- ¡Yo también, igual que vos...!
-¡Lo lamento caballeros,
pero no hay para los dos...!
-
Ginés, yo pedí primero,
pero por ser vos quien sos,
te lo jugaré a los chinos...
¡con las que saquéis son dos...!
- ¡Rodrigo, te has descubierto,
como me llamo
Ginés,
con dos de vos y la mía,
yo diría que son tres...!
- Yo no tenía ninguna,
D.
Ginés, ¡
joróbate!
- Eso a mí, me suena a mofa
y no lo consentiré,
¡malandrín, sal a la calle,
que de leches te daré...!
- Las leches que podáis darme,
me las daréis con café,
que vos no pegáis ni sellos,
ni un cartel en la pared...
La respuesta,
fué inmediata
y en un pis-
pas, mire usted,
le metió el dedo en un ojo,
D.Rodrigo a D.
Ginés.
D.
Ginés, muy dolorido,
dijo: ¡
Mecachis, jopé...!
y con furia desbocada,
le atizó dos puntapiés...
En esto, intervino Mingo.
- ¡Caballeros,
cálmense,
que por un plato de habas,
pegarse no es menester...
Una solución propongo
y vuelvan a ser amigos,
que no quiero yo peleas
en la Posada de Mingo.
Una escudilla en el centro,
dos cucharas de madera,
cucharada, paso atrás
y así no habrá más peleas...
¡
Dense la mano señores,
dense un abrazo después...
- ¡
Perdóname D. Rodrigo...!
- ¡
Perdóname D.
Ginés...!
Y aquí acaba el sucedido,
que he contado en pobre glosa,
de lo que pudo haber sido,
la batalla de las habas,
de las habas de
Tolosa...
Pedro.M.B.