martes, 19 de agosto de 2008

CUENTO DE PAULO COELHO.


Siguiendo con el tema de la amistad, hoy os voy a poner un cuento de Paulo Coelho, que me gustó mucho cuando lo leí, espero que os guste también.

Un caminante, su perro y su caballo iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol cayó un rayo y los tres murieron fulminados.
El caminante no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo y prosiguió su camino junto con sus dos animales (a veces los muertos tardan cierto tiempo en percatarse de su nueva situación).

La carretera era muy larga y empinada, el sol abrasador y los tres estaban sedientos. En una curva del camino vieron un magnifico portal de mármol que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.

El caminante se dirigió a un guardián que custodiaba la entrada y entabló con él el siguiente dialogo:
-Buenos días.
-Buenos días.
Respondió el guardián.
-¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
-Esto es el Cielo.
-¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos...!
-Tú puedes entrar y beber toda el agua que quieras.
-Dijo el guardián señalando una fuente.
-¡Pero mi perro y mi caballo también tienen sed...!
-Lo siento -
dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales.

El hombre tenía mucha sed, pero no quería beber solo, así que se despidió y continuó su camino.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra con árboles a ambos lados.
A la sombra de uno de los árboles había un hombre tumbado con la cabeza cubierta por un sombrero. Aparentemente dormía .

-Buenos días -dijo el caminante-.
El hombre contestó haciendo un gesto con la cabeza.
-Tenemos mucha sed, mi perro mi caballo y yo...
-Hay una fuente entre aquellas rocas. -
dijo el hombre señalando el lugar.
-Podéis beber toda el agua que queráis.
Los tres fueron a la fuente y saciaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias.
-Podéis volver siempre que queráis.
-A propósito, ¿cómo se llama esta lugar...?
-Este lugar se llama Cielo.
-¿El cielo...? ¡pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo...!
-Aquello no era el Cielo, era el Infierno.

El caminante quedó perplejo.
-Deberíais prohibir que utilizasen vuestro nombre, esa información falsa puede provocar grandes confusiones. -Advirtió el caminante.
De ninguna manera, en realidad nos hacen un gran favor, porque allí se quedan los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos...

Paulo Coelho. Novelista brasileño embajador para la paz en la ONU.

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10 comentarios:

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Precioso el cuento y con una bonita moraleja.
La fidelidad, la lealtad, el amor, la solidaridad, el sacrificio, la constancia, el esfuerzo, todo esto tiene al final su premio, ojalá seamos capaces de ganarlo.
Bonito cuento, Pedro.
Un abrazo0

Natalia Valdés dijo...

Muy bonito el cuento... ojalá todos lleguemos al cielo.

JacinNit dijo...

Precioso cuento Pedro, y mas preciosa la moraleja del cuento.
Espero que el cuento se haga realidad con las persona.

Besitos

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Querido Pedro,

Regreso y a mi vuelta me encuentro tu blog lleno de sugerentes escritos, acertadas frases y bonitas imágenes. Todas llevan el sello inconfundible de la ternura que siempre pones en lo que creas o transcribes. Será una delicia empezar "el curso" teniendo la fortuna de contar con blogueros como tú.

Por cierto, uno de mis lecturas este verano ha sido tu último libro, con el cual he tenido momentos inenarrables de alegría compartida, sí, porque he leído tus poemas en alto a varias personas que se han hecho fans tuyos.

Me alegra volver y encontraros.

Besos

cibercuoca dijo...

Hermoso cuento Pedro.Besos a toda la familia

Pedro dijo...

¡Cómo voy a tener yo frío con tanto calor...!
Un fuerte abrazo a todos.

Mammazan dijo...

Ti ho conosciuto grazie a Cibercuoca...E il tuo blog è bellissimo.
Anche io amo gli animali ed ho un gatto dolcissimo!!
Grazia

mariajesusparadela dijo...

Me mandaron este cuento por correo elctrónico el mayo pasado. Es de los pocos correos que conservo, pero debo decir una cosa:Yo no dejaría a mis perros ni a mis caballos, aunque mi sed fuera mucha, porque ellos no sabrían vivir sin mi y yo los he elegido unilateralmente. No estoy tan segura de hacer lo mismo por un amigo humano.

max and company dijo...

Mr. pedro yo me llamo igual pero es mi segundo nombre, em encanto el cuento, y la verdad que es bastante real, cuendo no sos compañero o amigo de enserio podes meter la pata, saludos para tu gente.

Diana Puig dijo...

Hola Pedro, he llegado hasta aquí desde un blog creo que es el de cecilia, me he quedado en este post, porque aunque he visto lo buenísimos postres que cocinas, he pensado que se daba por supuesto que era un buen trabajo, por lo que he decidido dar mi opinión a este post. Yo recuerdo este cuento creo que de un libro que me leí, es más en ese libro había muchos cuentos que te hacían reflexionar sobre ciertas cosas de la vida que pasar desapercibidas...este cuento como te decía es una realidad que por desgracia vives alguna vez, cuanta gente pasa por tu vida y que poca queda..., los ahí de verdad y los ahí que no lo son tanto, eso sí cuando has podido comprobar quienes son realmente amigos tuyos crece en ti esa confianza que es capaz de anclar para toda la vida, la cantidad no es importante lo es la calidad. Maravillosas fotos las de tu familia, saludos, didi.