CUENTO DE LA TARTA DE MANZANA Y MEMBRILLO.

Había una vez, una tarrina de 500grs de membrillo casero, abandonada en un frigorífico que junto a un tetrabric empezado de 1/2 litro de nata líquida (400c.c.), languidecían con el paso del tiempo.
Un día, al abrirse las puertas del "Palacio del Frío" vieron a lo lejos, al otro lado de la estancia, un frutero, donde cinco hermosas manzanas reineta, dormitaban aburridas...

.-¡Eh, eh, vosotras, las adormiladas, ¿qué hacéis ahí...?
.-¡Aburrirnos como ostras! ¿y vosotros...?
.-¡Lo mismo! ¿por qué no nos reunimos con algunos amigos y hacemos algo divertido...?
.-¡Vale, vamos a avisar a un paquete de azúcar, amigo nuestro!
.-¡Y yo voy a llamar a 5 huevos, que viven en el piso de abajo y a un paquete de masa de hojaldre que está muy solo el pobre, en un apartamento que hay en las puertas...!
Un trozo de mantequilla que estaba asomada a la ventana de otro apartamento, preguntó:
.-¿Puedo ir yo también...?
.-¡Claro, va a ser muy divertido! Le contestaron.

Los huevos, como eran muy frescos, se desnudaron quitándose su cascara, 3 de las manzanas, hicieron lo propio, despojándose de su abrigo de pieles, la nata salió de su tetrabric y todos juntos, con el azúcar, formaron una melé con ayuda de un triturador que pasaba por allí en ese momento.
Las otras dos manzanas, más recatadas, se limitaron a quitarse el abrigo y se acicalaron en finas láminas.

Mientras, la mantequilla y la masa de hojaldre, llamaron a un molde-taxi de tartas que circulaba libre, la mantequilla se restregó en su interior y la masa se arrellanó todo lo ancha que era, de forma que cuando llegó el resto de la tropa se echaron encima, ocupando el vehículo.
¡Bueno, todos no, que las dos manzanas recatadas, se quedaron por encima de todos, acompañadas de un poco de azúcar...!
.-¡Al horno por favor..! Y se pusieron en marcha.

El horno, era grande y caluroso, yo calculo que estaría a unos 200ºC, así que solo aguantaron 50 minutos, pero cuando salieron, eran mucho más amigos que antes, estaban más unidos y eran un grupo delicioso.

Y colorín, colorado,
este cuento se ha acabado
y aunque no sean buenas fotos,
riquísima me ha quedado.

Pedro.M.B.