miércoles, 12 de marzo de 2008
LA BATALLA DEL AGUA DE BORRAJAS.
Se hallaban los caballeros
prestos en el patio de armas
para partir al combate
pues su señor les llamaba.
El motivo de la bronca,
fue una feroz bofetada
que le dio el conde Silverio
al conde Nuño en la cara,
dejándole las mejillas
como amapolas serranas
y en lugar del conde Nuño
parecía una granada.
¿Origen de la disputa...?
La cosa no estaba clara
mas, parece ser que fue
por pura envidia malsana,
ya que el rey le dio a Don Nuño
unas tierras de labranza
y a Silverio le dejó
serio, compuesto y sin nada.
Y el comentario de Nuño:
"Silverio, chínchate y rabia,
que soy más conde que tú
y tengo más tierras, ¡ anda !
Mas volvamos al castillo
por ver lo que allí pasaba
con las huestes de Don Nuño
disponiéndose a las armas.
Formaban los caballeros
con sus monturas y armas
esperando que Don Nuño
diese la orden de marcha.
Unos vestían de rojo,
otros vestían de gualda
y otros más de colorado
( los colores de la casa ).
Corceles blancos y negros
en el patio relinchaban
pues se las sabían todas
y barruntaban batalla.
Los caballeros erguidos
portaban diversas armas:
lanzas, picas, yataganes,
hachas, cuchillos y dagas
y algún que otro tira chinas
para luchar a distancia,
que la lucha cuerpo a cuerpo
es siempre muy arriesgada,
pues pueden hacerte un siete
en el pecho o en las nalgas,
según te ataquen de frente
o acometan por la espalda.
Para protegerse el cuerpo,
los caballeros llevaban
yelmo, peto, guanteletes,
cerradas cotas de malla
y como era pleno invierno,
también llevaban bufanda
y en los pies llevaban todos,
como la moda mandaba,
escarpines italianos
con las espuelas de plata.
En eso se oyó un clarín
anunciando la llegada
de un espía que mandó
Don Nuño por la mañana,
con el fin de averiguar
lo que Silverio tramaba.
Lo que le contó el espía,
le transfiguró la cara:
" Don Nuño, debo informarte
lo que Silverio prepara:
Tiene más de dos mil hombres
pertrechados con estacas,
perros con muy mala leche,
también tiene reses bravas,
más el Parque de Bomberos
y el Orfeón Donostiarra,
y además tiene también
por si todo esto le falla,
bombas fétidas a miles
que compró en unas rebajas."
"Don Nuño, yo no soy quién,
solo cuento lo que pasa,
pero si yo fuera quién,
yo que vos me la envainaba..."
Don Nuño lo meditó,
se subió a una escalinata
y de esta forma prudente,
se dirigió a la mesnada:
"Después de pensarlo bien,
he visto las cosas claras:
Señores debo pediros
que volváis a vuestras casas
porque son más que nosotros
y ¡ aquí no ha pasado nada...!
Y como agua de borrajas
se frustró aquella batalla,
pues Don Nuño fue prudente
permaneciendo en su casa.
Pedro.M.B.
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5 comentarios:
jajaja, me estoy riendo con ganas, realmente estupendo poema, y estupenda la batalla del agua de borrajas, ¿no dicen que una retirada a tiempo es una victoria?
¡¡orfeón donostiarra! jajajaja, eres un guasón y como autor de rimas no tienes precio!
Que buen rato he pasado!que me cuentas que se marcaban como el zorro?ja,ja,ja.
Y ¿ya existian las bombas fétidas y las rebajas? que adelantados para su tiempo!ja,ja,ja,me voy partida de risa,eres unico..
Besines!
Haaaa,se me olvidaba...con tanta risa! en mi blog te conteste a la pregunta del atún de zorra,espero haberte aclarado algo?
Puesto que "en general lees casi de todo", como tú mismo te defines, y vives rodeado de mar, se me ocurre que quizá te guste darte una vuelta por el misterioso paraje al que me he mudado recientemente http://lavozantiguadelmar.blogspot.com
Besos...
Pedro, me has alegrado la tarde, sonrisa tras sonrisa, que tanta falta nos hace. !Muy bueno¡ Pero lo que casi termina en carcajada ha sido lo de que "llevaban bufanda".
Un fuerte abrazo de Jesús.
Buenísimo, una retirada a tiempo vale más que mil batallas. Me he reído con ganas,de nuevo, buenísimo.
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