La condesa Gumersinda,
hija de Tristán de Orduño,
recibió un día un e-mail,
de su vecino Don Nuño:
Mi apreciada Gumersinda,
Sinda, si me das la venia,
hace tiempo que en ti pienso
(y también pienso en tus tierras...)
Me he enterado por el HOLA
y la Hoja Parroquial,
que tu mano está vacante
y te quieres desposar.
Sé que yo no te merezco,
sé que no tengo dinero,
sé que tengo pocas tierras,
sé que soy muy puñetero,
pero Sinda, yo te ofrezco
lo que nadie te ha ofrecido,
administrar tu fortuna
cuando sea tu marido.
Conmigo, serás feliz
y nunca te aburrirás,
pues te buscaré un empleo
y te pondré a trabajar.
Media jornada tan solo,
pero si eso es poco ¡espera!
por las tardes, vida mía,
podrás limpiar escaleras.
Yo te esperaré impaciente,
a que por la noche llegues
y cocines para mí,
barras, cosas, planches, friegues...
Y si, mi querida Sinda,
tu padre te otorga dote,
la pondré a un cinco por ciento,
en una cuenta (a mi nombre)
¿Qué me contestas Sindita...?
¿verdad que es un plan genial...?
¡contéstame vida mía,
mi menda esperando está...!
SINDA CONTESTÓ PULSANDO,
DONDE PONE "RESPONDER"
Y ASÍ, A VUELTA DE CORREO,
RESPONDIÓ: (PODÉIS LEER)
Tu menda, querido Nuño,
es la monda, más que un menda
y a mi menda no la manda
en este mundo tal "prenda".
Más que pedir una mano,
eso es una OPA hostil,
que me acosa, me chulea
y me trata de imbecíl (con acento en la "i")
Voy a poner frenos a
la pretensión que tú tienes,
¿Sabías que en este condado,
hay separación de bienes...?
Así que, si por azar,
nuestra unión fuese al garete,
te volverías a quedar,
más chupado que un chupete....
Pienso te has equivocado,
yo soy Sinda, no soy Sindo
y ni soy tonta de baba,
ni me he caído de un guindo.
Te propongo yo otra cosa
en vez de pedir mi mano:
¡ya que no seré tu esposa...!
¿Por qué no te vas al guano...?
Lo siento conde Don Nuño,
tu proposición no mola,
tienes demasiada "jeta"
y prefiero vivir sola.
Y AQUÍ DEJAMOS LA HISTORIA
DE SINDA, LA CONDESITA,
QUE ERA INTELIGENTE Y SERIA,
ADEMÁS DE MUY BONITA....
Pedro.M.B.
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