ENSALADA DE LA PRIMA VERA.

Es una ensalada muy rica (¡claro, va en gustos...!), muy sana y muy sencilla de hacer que me enseñó la prima Vera. En casa la hacemos bastante a menudo y cada día estamos más altos y más guapos.

ingredientes:
Las cantidades van en función del nº de comensales, para que os hagáis una idea, para cuatro personas deberéis poner el doble de cantidad que para dos (¡ de nada!)

Bote de cristal de alubias tipo Cidacos (por ej.)
Pimientos verdes tipo italiano.
Tomates de ensalada tipo español.
Cebollas rojas o blancas tipológicas.
Pepinos con buen tipo.
Lata de caballa tipo aluminio.
Aceite de oliva tipo español.
Vinagre que aguante el tipo.
Gomasio tipo Adi. (gomasio= tipo de sal japonesa compuesta de goma=sésamo y sio=sal) en el blog de mi contraria podéis informaros con mayor detalle)



El resto es complicado, pero se puede hacer con éxito:
Se pican muy fino los tomates, pimientos, pepinos y cebollas.
Se echa la lata de caballa sin que se desboque (en época de celo, se suelen poner de patas)
Se le añaden las alubias (después de lavarlas y enjuagarlas)
Se le echa el aceite y el vinagre a voluntad y se le añade el gomasio también a voluntad.
Se remueve y....¡a papear!

y aprovechando el asunto de las habichuelas, os voy a reponer una de las rimas que más me gustan de las que he hecho. Los que ya la conocéis podéis ausentaros, pero por favor, sin hacer ruido con las sillas. Los que os quedéis, tener la amabilidad de apagar los móviles...

LA BATALLA DE LAS HABAS DE TOLOSA.-

A lomos de sus caballos,
D. Ginés y D. Rodrigo,
se acercaron a yantar
a la Posada de Mingo.

- ¿Cómo estás Mingo, tunante...?

-¡D. Rodrigo, bienvenidos,
feliz de volver a veros
en la Posada de Mingo...!
¡D.Ginés, cuanta ventura
de que asoméis el hocico,
que ya os echaba yo en falta,
sin veros un mes y pico...!

-¿Qué nos puedes ofrecer
para calmar la gazuza,
aparte de ese buen vino
que tú sabes que nos gusta...?

- ¡Tengo habas de Tolosa,
pimientillos de Padrón,
espárragos de Mendavia
que también muy ricos son,
de Segovia cochinillo,
de Madrid tengo cocido
y también Técula-Mécula
que de Olivenza han traído,
tengo "duelos y quebrantos",
tengo fritanga Del Puerto
y unas migas de pastor
que resucitan un muerto...!

-¿Has dicho que tienes habas...?

-¡Eso dije, sí señor
y son habas de Tolosa,
que preparo con jamón...!

-¡Entonces, quiero un buen plato...!

-¡Yo también, igual que Vos...!

-¡Lo lamento caballeros,
pero no hay para los dos...!

-¡Gines, yo pedí primero,
pero por ser vos quien sos,
te lo jugaré a los "chinos"... !
¡con las que saquéis son dos...!

-¡Rodrigo, te has descubierto!
¡Como me llamo Ginés,
con dos de vos y la mia,
yo diría que son tres...!

-¡Yo no tenía ninguna!
¡D.Ginés, joróbate...!

¡Eso a mí me suena a mofa
y no lo consentiré...!
¡Malandrín, sal a la calle,
que de leches te daré!

¡Las leches que podáis darme,
me las daréis con café,
que vos no pegáis ni sellos,
ni un cartel en la pared...!

La respuesta fue inmediata
y en un pis-pas, mire usted,
le metió un dedo en el ojo
D.Rodrigo a D.Ginés.
D.Ginés, muy dolorido,
dijo: ¡Mecachis, jopé...!
y con furia desbocada,
le atizó dos puntapies....

En esto, intervino Mingo:

-¡Caballeros, cálmense,
que por un plato de habas
pegarse no es menester...
Una solución propongo
y vuelvan a ser amigos,
que no quiero yo peleas,
en la Posada de Mingo...!
Una escudilla en el centro,
dos cucharas de madera,
cucharada, paso atrás
y así no habrá más peleas...!
¡Dénse la mano señores,
dense un abrazo después...

-¡Perdóname D.Rodrigo...!

-¡Perdóname tú, Ginés...!

Y aquí acaba el sucedido,
que he contado en pobre glosa,
de lo que pudo haber sido,
La Batalla de las Habas...
¡De Las Habas de Tolosa!

¡Ya podéis encender los móviles...!

Pedro.M.B.