CÓMO COMER GRATIS EN UN AUTOSERVICIO.

Desde que me jubilé, ya nada ha vuelto a ser igual. Empezaron los problemas con la operación de reconstrucción facial que tuvieron que hacerme (para quitarme la sonrisa de felicidad que se me quedó...) y después la segunda reconstrucción facial (para quitarme la cara de espanto que se me enquistó, al ver los ingresos actuales comparados con los que fueron felices días de Santa Nómina Bendita)

Al principio lo llevé bastante bien; con unos ingresillos extras que me producían mis conocimientos de armónica (tengo siete años de conservatorio) y la colaboración de mis queridos animales.
Nos íbamos a la Pza de España de Palma y yo tocaba a la armónica sevillanas, Sula y Gus las bailaban, Sami pasaba el platillo y Oni daba el agua por si venían los municipales mientras afanaba algún que otro monedero.
Pero todo se torció, en parte porque a Sula se le quedó pequeño el traje de faralaes y por otra parte, porque a un guiri no se les ocurrió otra cosa que pedirnos que yo interpretara el Chiki-Chiki y Sula y Gus lo bailaran.

Se pasó, realmente se pasó y no me quedó más remedio que atizarle una colleja, sin darme tiempo a parar el ataque furibundo de mis animales...
¡La dignidad ante todo...! ¡Estupideces no consentimos...! ¡Hasta ahí podíamos llegar...!
Tuvimos que huir. Ahora, en busca y captura, no nos atrevemos a las representaciones callejeras y consiguientemente mis ingresos se han quedado muy menguados.

Pero me he ido por las ramas. La cosa es cómo me las ingenio para comer decentemente y alimentar a mis bichitos y aquí os explico :

Cómo comer gratis en un autoservicio.-

Nos vamos a un autoservicio de mucho movimiento( para pasar desapercibidos) provistos de una bolsa grande de plástico.

Tomamos una bandeja con un plato grande, un bol o plato sopero, un vaso y los cubiertos con cuchara sopera grande y cucharilla de postre.

Pasamos por donde sirven la comida caliente y pedimos que nos sirvan la carne o el pescado que nos apetezca, sin salsas ni caldos y "lo más centrado posible en el plato"

A continuación, nos vamos al mostrador de ensaladas y cubrimos TOTALMENTE la pieza de carne o pescado, de forma que no se vea.

Pasamos por Caja a pagar y si nos preguntan que si solo vamos a comer ensalada, les decimos que "estamos de régimen".

De camino a una mesa vacía, nos hacemos con algún trozo de pan grande de alguna mesa que haya acabado y lo pondremos haciendo equilibrio en una esquina de la bandeja.

Al pasar cerca de alguien que esté tomando sopa, dejamos caer "accidentalmente" el trozo de pan desde no muy alto (para que no salpique) sobre la sopa.

Nos excusamos largamente, para que al pan le dé tiempo a esponjarse y a continuación lo sacamos con la cuchara grande, procurando llevarnos la mayor cantidad de liquido posible y lo depositamos en nuestro bol o plato sopero. ¡Ya tenemos sopa...!

Dejamos la bandeja en la mesa y vamos en busca de algún bote o botella de refresco, cerveza o vino que algunos se dejan sin apenas empezar.
De regreso buscamos algún grupo de chicas jóvenes, (a ser posible metiditas en carnes), que estén comenzando con el postre. Lanzamos al aire la frase "un minuto en la boca y toda la vida en las caderas...". El efecto es demoledor. De inmediato se levantan sollozando, presas de remordimiento por haber sucumbido a la tentación...
Nos apropiamos del o de los postres que más nos gusten...
Procedemos a la ingesta de nuestras viandas...

Al terminar, de camino a la puerta, introducimos los restos de comida que más les puedan apetecer a nuestros animales (si los tenemos) y les levantamos las propinas a los camareros, para amortizar el gasto de la ensalada.

Pedro.M.B. (amigo de Carpanta)