viernes, 21 de noviembre de 2008

LOS HOMBRES NO LLORAN...


Desde que nacemos, la sociedad nos marca con una serie de estereotipos que le dan a cada individuo un papel del que no debe salirse.
Si eres niña botitas rosas, si eres niño botitas azules, las niñas juegan con muñecas y a las casitas, los niños juegan con coches y a la guerra, las mujeres tienen que ser sensibles y calladas, los hombres no lloran y son dominantes y agresivos.
Lo peor de todo esto es que lo vemos normal y lo aceptamos con una sonrisa indulgente aunque no estemos de acuerdo.
No voy a decir que soy un adalid contra estos estereotipos, porque peco como todos, pero de vez en cuando me da un ramalazo de rebeldía y les hago frente.

Recuerdo una vez, cuando mis hijos tenían 5 y 8 años respectivamente y yo estaba destacado en Alaska. Casi todos los meses venía a casa durante 2 ó 3 días y como es natural les traía regalos.
En aquella ocasión, le compré a Héctor un coche teledirigido de color negro (su color favorito) que era una pasada y a Olga le había comprado el ropero completo de la Nancy con los trescientos mil accesorios correspondientes.
Estaba ya en la cola para pagar y me quedé pensando en mis hijos, sus gustos y lo que les hacía ilusión. En la misma cinta de la caja me dí media vuelta, me fui donde estaban los coches y le compré a Olga otro exactamente igual solo que de color rojo.
Cuando llegué a casa y les dí los regalos, Héctor tardó un segundo en abrir el paquete y sacar el coche con gritos de alegría y Olga se quedó mirándole con una carita de envidia sin atreverse a abrir el suyo.
Siempre lamenté no haber tenido una cámara en ese momento para poder plasmar la cara de felicidad de mi hija cuando vio su coche rojo...
Los vestiditos de la Nancy se quedaron muertitos de asco durante bastantes días y yo me estuve dando besos durante bastantes meses.
Los niños juegan con coches, las niñas juegan con muñecas...

LOS HOMBRES NO LLORAN.

Te atizaste un martillazo
en pleno dedo pulgar,
sé que fue un golpe tremendo
porque lo pude escuchar.

Dejaste de trabajar,
me miraste sonriendo,
dijiste: ¡Voy a hacer pis,
porque me lo estoy haciendo...!

Y al cerrar la puerta blanca
donde pone: "Caballeros"
se escuchó en la lejanía
un sollozo lastimero.

"Los hombres no lloran
ni sienten dolor"
cuando yo era niño
me dijo un mayor.

Pedro.M.B.

21 comentarios:

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Pues yo, Pedro,soy un auténtico llorón, de hecho ya lo digo en la cabecera de mi blog y no me avergüenzo de nada.
En mi cabecera, un pensamiento de mi padre, reza así:
"Llora, llora sin miedo, las lágrimas están hechas de la esencia más noble de nuestro ser"
Un abrazo, Pedro.

Pilar - Lechuza dijo...

Llorar es muy bueno, se mea menos!! je,je.
Tienes toda la razón, a veces nos dejamos llevar por la corriente pero vivan esos momentos de "locura" que aparecen cuando menos te lo esperas y te sientes tan bien despues.
Yo a mi hijo menor, cuando nació lo vestí con un jersey rosita que había calcetado yo misma por si tenía una niña, y cuando iba por la calle todo el mundo, TODO, me felicitaban por la niña tan guapa que había tenido.Tenía que explicarles que era un machote y que le quedaba fantástico el color rosa.
un beso

P.D. Si no pasaste todavía, te recomiendo el blog de Su.Hoy putuflú total!! je,je

Sonia Martín Mateo dijo...

Pedro, no sabes lo que me ha gustado la historia que has contado de tus hijos. Tienes más razón que un santo ¡Cuántas veces pecamos de seguir los estereotipos aunque no estemos de acuerdo! Un beso muy grande. De una llorona muy grannnnnnnnde. Sonia

Pedro dijo...

Terly.-
Pilar-Lechuza.-
Sonia.-

¡PAÑUEEEEELOS, VENDO PAÑUEEEEELOS!

¡Os quiero mucho, snif, snif!

CUATRO ESPECIAS Por ELENA ZULUETA DE MADARIAGA dijo...

Es la primera vez que entro en tu blog, había oído de ti, en blogs a los que suelo acudir, pero por falta de tiempo y por cosas normales, lo fuí dejando de un día para otro.
Hoy me planté y me propuse entrar.
Tardé un buen rato, leyendo tus últimos posts y en general debo admitir que son buenos.
Me algra descubrirte.
Un saludo

Arantza dijo...

Bravo, ole, torero, torero! La de tiempo que me he pasado leyendo cosas para decidir si realmente las diferencias de comportamiento enrte hombres y mujeres se adquieren por la educación, o son realmente innatas, como quieren hacernos creer. Lo cierto es que lo de los comportamientos encasillados y definidos sigue ahí, y que las personas que tienen la mala suerte de no encajar muy bien en su "casilla" las pasan canutas en la infancia. A los papás y mamás que te leen: si vuestro chaval os pide una Barbie o una cocina para Reyes, pasad de todo y comprádsela. Porque si un día quiere tener pareja, le vendrá muy bien un poco de entrenamiento para compartir el trabajo doméstico. Y los chefs de renombre se ganan muy bien la vida ;-)

Pedro dijo...

Cuatro especias.-
¡Pues bienvenida y gracias por tu visita, que espero no sea la última!

Arantza.-
¡Más clarito que el caldo de un asilo! ¡Jugar a cocinillas, no los convierte en "nenazas" y además, jugando con niñas, luego hace que las comprendan mejor!(y se liga más)
Besotes y recuerdos a monsieur "M".

¡Muac,muac!

Monsieur de Sans-Foy dijo...

¿Que no sientes el dolor
y me te has pillado la cosa
con la tapa del motor?
¡Amos, hombre... por favor!

Entrañable, como siempre, querido Pedro.
Tras leer su mencion al cava en la receta anterior, quería comentarle una curiosidad que ya he oído a un par de personas, una de ellas, al menos, de probada solvencia gastronómica.
¿A Vd. se le ha ocurrido alguna vez tomar el cava (o el Champagne, si lo hubiere) en porrón?

Yo no lo he hecho todavía, pero la cosa debe de tener su aquél, por la cosa de que el espumoso rompe y expande todos sus aromas en las mismas fauces del bebedor.
Debe de estar estupendo, sobre todo si es bueno.
Me da un poco de reparo, pero probaré. Si se anima Vd. antes, no deje de comentarme qué le parece.

Un abrazo, y póngame a los pies de su señora.

Pedro dijo...

Monsieur de Sans-Foy.-

Sarkozy, que es muy francés,
en porrón toma champagne
y su esposa Carla Bruni,
le pide que le acompagne.

¡No te puedo acompagnar!
¡lo lamento corazón!
¡de veras, Carla, lo siento!
¡estoy bebiendo en porrón !

¡Pues si Sarkozy lo hace, lo tendremos que intentar...!
Un abrazo.

Azul Purpura dijo...

Tienes toda la razón, además lo a gusto que nos quedamos todos despues de una tremenda llantina!
Me imagino el cambio de cara de tu hija, entrañable.

un abrazo
Nuria

Pedro dijo...

Azul Púrpura.-
¡Lo siento Nuria, pero entre Terly, Pilar y Sonia, me han dejado sin pañuelos...!
¿Te hace un paño de cocina...?
Un besote.

Azul Purpura dijo...

Venga va...me hace! normalmente ni con una sábana tengo suficiente, hasta cuando lloro de risa!

Vic dijo...

Cuando iba a nacer mi segundo hijo, compramos un muñeco con pene para mi hijo mayor.
El muñeco lo ha heredado el pequeño y lo pasea por todo. Ahora quiere un carrito para pasearlo , su hermano eligió una cocina a su edad. Y lo va a tener.

Pedro dijo...

Vic.-
Estoy completamente seguro, que habéis tenido que gastaros ni un euro en psicólogos...
Besotes.

Pecas dijo...

Cuando mi hijo mayor tenia unos 2 años se moría por un carrito para pasear bebés, y cuando se lo compré iba el tan orgulloso con su carrito y su bebé. Bueno bebé no era, porque al que mas paseaba era a "Pedro Picocapeda" como él le llamaba. Me tocó escuchar a mas de uno que como le iba a comprar un carrito al niño, que se le va a hacer, de todo tiene que haber en esta vida. Otro año pidio para Reyes un microondas y nos preparaba la comida todos los dias. Les estoy "domesticando" dentro de unos años la novia me lo agradecerá jajajaja.......
Y sobre lo de llorar, tengo al pequeño de 3 años que se pasa el dia llorando y poniendo caritas de pena..... y se supone que son el sexo fuerte......juajuajua.... Perdón Pedro no te enfades conmigo es que tiene mas cuento que calleja, es un peliculero llora por todo, mi hijo claro, no pienses mal.
Besos.

Ana dijo...

Yo soy madre de tres hijos... y al mío mayor de pequeño le encantaba la Nancy de una amiga que se le movían los ojitos... y el pequeño un año en Reyes pidió y consiguió, una cocinita.... le encantaba jugar a las cocinitas, era lo que me veía hacer a mi

Se mucho de hombres, de su sensibilidad y de sus lágrimas, comparto mi vida con cuatro

Besos. Ana

Pedro dijo...

Pecas.-
¡No tengo nada de qué enfadarme!
A mí no me da ninguna vergüenza llorar,tanto si es de pena como de alegría, o emocionarme, son sentimientos de personas con sensibilidad, sin importar el sexo que tengan. Si es peliculero, mejor para él, tendrá imaginación y no será un "sieso".

Ana.-
A mí, me encantó la cocina desde muy pequeño, me sigue gustando y que yo sepa "no se me ha caído nada". (ahora que Adi no me lee, yo he sido siempre un "ligón" sin necesidad de ir de "macho agrsivo" por la vida)ja,ja,ja,ja...

Daos por besadas ambas dos.

Joana Galvez dijo...

Muy bien escrito, que maravilla y tienes toda la razon. Menos mal que ahora se empiezan a ver niños con sillitas pero a cierta edad se las quitan y sera que la sociedad aun no esta preparada para ello porque ya se saben los comentarios si un niño juega con cierto tipo de juguete e igual si una niña juega con un balon... En fin... ya despertaremos....

Un fuerte abrazo

Pedro dijo...

Joana.-
A l@s niñ@s, los comentarios les importan tres narices, es a los padres a quien les importa y quienes trasmiten esos prejuicios, pero como tú dices...¡ya despertaremos!...
Un besote gordo.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Creo que cada uno es como es. La sensibilidad no tiene sexo, ni las lágrimas tampoco. Aguantarse el llanto ha de ser malísimo y, sin embargo, qué a gustito se queda uno cuando echa unos lagrimones.

Yo reconozco que lloro con las películas, con las cartas (antes, ahora ya no se escribe nadie más que emails).

Pero también reconozco que soy fuerte y valiente cuando hay que serlo, los justito pero lo soy.

En un viaje que hice con las amigas, pinchamos una rueda y al abrir el capó en busca del gato, mi amiga, la dueña del coche, no llevaba!!

Entonces, desamparadas en medio de la carretera, estábamos esperando para parar un coche y dijo una amiga: Véis, en algunas situaciones hace falta un hombre, a lo que otra le respondió: No, hija, no, lo que hace falta es ¡un gato!. jajaja

Desde entonces siempre que sale el tema del machismo-feminismo, etc.. decimos a coro: ¡hace falta un gato! y los que no saben de qué va la cosa se quedan embobados, pero nosotras nos mondamos de la risa.

Pedro dijo...

Shikilla.-
¿Os vale el "menda"?
He nacido en los Madriles,
hace ya bastante rato
y aunque viva en Baleares,
yo seguiré siendo...¡GATO!
Besotes gordos.